imagen La gestión del conocimiento y la Organización Mundial del Turismo

Con este post cerramos la serie dedicada a la gestión del conocimiento en turismo.

Tradicionalmente, el turismo ha sufrido una falta de reconocimiento como disciplina, encontrándose muchas veces supeditada a otras disciplinas como la economía, la geografía, la antropología, etc. La Organización Mundial del Turismo (OMT), como mayor organización responsable en materia turística, debe seguir concienciando a la sociedad sobre la importancia del turismo y fomentar su investigación científica, equiparándolo a otros ámbitos de conocimiento. A favor del turismo cabe decir, además, que se ha demostrado que es un sector capaz de recuperarse rápidamente en períodos de crisis. Se tendría que potenciar esta cualidad, para captar inversiones destinadas a la investigación, generando el conocimiento necesario para la innovación. Una gran iniciativa de la OMT que pone de manifiesto la importancia del conocimiento son los Premios Ulysses, que reconocen y estimulan la generación, diseminación y aplicación del conocimiento.

El turismo juega un importante papel en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, sobretodo en cuanto a la erradicación del hambre y la pobreza, el acceso de la mujer al mercado laboral, la igualdad de género y el desarrollo sostenible. Para conseguir estos objetivos a nivel global, es necesario establecer redes de conocimiento en las que los países compartan sus experiencias, con el objetivo de elaborar un manual de buenas prácticas para difundirlo entre los demás destinos. Sería interesante promover estudios sobre como el turismo afecta a los residentes, para poder evaluar como éste influye en la mejora de su calidad de vida, sobre todo en los países en vías de desarrollo.

La OMT cuenta con una gran herramienta de intercambio de conocimiento: Platma. A través de esta plataforma,  los profesionales de los Miembros Afiliados de la OMT, procedentes de todo el mundo, intercambian conocimiento. De esta forma, se crea un entorno colaborativo, donde el conocimiento ya no es considerado como algo que hay que guardar en secreto para obtener ventaja competitiva, sino como un recurso a compartir. A raíz de este conocimiento, la OMT podría establecer recomendaciones para su aplicación, pero con la flexibilidad necesaria para que cada destino las pueda adaptar a su realidad y a sus circunstancias concretas. La OMT ya se encargó de crear normas internacionales, dejando en manos de los países la responsabilidad de ponerlas en práctica, y también creó un lenguaje estadístico común. En la gestión del conocimiento, se podría seguir esta misma línea.

Aun así, hay que destacar que la gestión del conocimiento es un ámbito muy amplio. En este sentido, sería interesante crear grupos específicos entorno a un eje vertebrador común que aglutinara diversos países. Por ejemplo: modelos de desarrollo turístico en zonas litorales, posibles efectos del cambio climático sobre los destinos de invierno, comportamiento de los turistas en las ciudades patrimoniales, etc. De esta forma se podrían establecer unas directrices más ajustadas en cuanto a la gestión del conocimiento, siempre dejando la flexibilidad necesaria para que cada destino las pueda aplicar según su realidad.

La OMT, a través de su Red del Conocimiento, organiza diversos foros. En el reciente Foro en el Algarve, celebrado el mes de junio de este año, se puso de manifiesto la necesidad de crear sistemas de gobernanza que permitan al turismo su contribución en el desarrollo. La organización de estos encuentros es un gran canal de diseminación e intercambio de conocimiento. Otro mecanismo que contribuye a diseminar el conocimiento generado en conferencias y seminarios, sobre todo entre aquellos interesados que no puedan asistir a estos eventos, son las publicaciones que recogen dicho conocimiento y que se pueden adquirir a través de la página web de la OMT.

En su política de gestión del conocimiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que es imprescindible convertir el conocimiento en política y acción. Esta es una de las claves para que la gestión del conocimiento tenga éxito también en el sector turístico, donde tradicionalmente el sector privado se ha mostrado reacio a aplicar el conocimiento procedente del ámbito académico. La OMT puede actuar como nexo de unión entre ambos sectores a nivel macro, creando así un espacio de encuentro común que beneficiará a todos los implicados.

La nueva era del conocimiento nos brinda una gran oportunidad para cambiar el modelo de desarrollo que hemos estado siguiendo hasta ahora. Mediante la correcta gestión del conocimiento, nos podemos dirigir hacia un desarrollo sostenible que repercuta en una mejor competitividad de los destinos y en una mejor calidad de vida para sus residentes. Para ello, la colaboración, la confianza, el intercambio mutuo y la corresponsabilidad entre todos los agentes implicados es un pilar fundamental.

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